Desde hace siglos, el hombre ha encontrando en los frutos secos una valiosa fuente de energía para desarrollar su actividad diaria así como para garantizar el consumo de proteínas de alto valor. Por ello, la sociedad, y especialmente en los países mediterráneos, encontramos un gran aliado en estos alimentos tan sencillos y tan beneficiosos.
Tras años de mala reputación hoy está demostrado que, además de complementar nuestra dieta
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¡Mejoran nuestra calidad de vida en todos los sentidos!
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UN ALIMENTO MILENARIO
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Sin entrar a fondo en el origen de estos maravillosos frutos, sí es importante señalar que se trata de un alimento milenario: hay datos demostrables que el hombre de Cromañón, hace 12.000 años, ya consumía frutos secos. Los hallazgos de almendras y bellotas fosilizadas aseveran que se trataba de un alimento que, ya por entonces, formaba parte de la dieta de aquellos grupos humanos. Son, además, de vital importancia en la historia de los pueblos del Mediterráneo y forman parte de la familia gastronómica que enriquece nuestra tradicional dieta, para muchos la mejor del mundo.
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PEQUEÑOS GRANDES ALIADOS
Los frutos secos contienen gran cantidad de ácidos grasos y de ahí su (injusta) mala fama durante años. Sin embargo, los estudios de los últimos años demuestran que son altamente beneficiosos para nuestro organismo si se consumen en cantidades moderadas: un puño diario es suficiente para, además de disfrutar de sus sabores, beneficiarse de todas sus bondades.
En los últimos veinte años, numerosos estudios han ratificado que comer regularmente frutos secos (se recomiendan aproximadamente 30 gramos al día) disminuye un 10 por ciento del colesterol malo y no varía el bueno, mientras que los triglicéridos también bajan, reduciendo así el riesgo cardiovascular: se estima que las personas que los consumen habitualmente, reducen en un 50 por ciento el riesgo de sufrir un infarto de miocardio.
En definitiva, los frutos secos son muy sanos y muy recomendables, ya que son ricos en hierro, vitaminas, calcio, grasas (¡de las buenas!) y proteínas. Además, su uso en la cocina es amplio y delicioso, pudiéndose utilizar en platos variados, desde ensaladas a postres, pasando por aceites o incluso ¡leches vegetales!
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FUENTE DE SALUD
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Además de ser buenos aliados del corazón, reduciendo sorprendentemente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, aportan numerosos minerales y vitaminas responsables de mantener los huesos firmes, combatir la anemia, aliviar el estrés, el insomnio o la depresión, incrementar nuestras defensas…
Como fuente de energía, ayudan a mejorar el rendimiento intelectual y la memoria gracias a su riqueza en fósforo, así como el rendimiento físico, por lo que son ideales para estudiantes, trabajadores y deportistas que se enfrentan a largas jornadas laborales o entrenamientos. Sus componentes antioxidantes (que ayudan a combatir el envejecimiento celular responsable de enfermedades como el cáncer) y antiinflamatorios los convierten en excelentes aliados contra el deterioro cognitivo (que puede conducir a la demencia o al alzhéimer).
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Se trata de un alimento que puede encontrar su encaje en todo tipo de dietas, siendo complementos geniales de en una dieta vegetariana por ejemplo, gracias a su aporte de proteínas de buena calidad. Por ello, siempre son mejor opción que las carnes procesadas, cereales refinados y aperitivos industriales.
Y si… ¡también son buenos aliados de la báscula! Gracias a que estimulan la formación de hormonas saciantes y controladoras del apetito en el intestino, los frutos secos tienen la capacidad de eliminar o disminuir la sensación de hambre. Igualmente, reducen la absorción de carbohidratos, mejoran la velocidad de digestión y la descomposición de los azúcares… Por no hablar de que son una de las mejores fuentes de fibra que se pueden encontrar, facilitando enormemente el ansiado por muchos “momento All-bran”.
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¿CUÁLES SON LOS MEJORES?
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Las propiedades de estos pequeños frutos son innumerables y varían según aporten más o menos nutrientes. Eso sí, siempre han de ser consumidos con moderación y en su estado natural, es decir, ¡sin freír ni salar en la medida de lo posible! A continuación, los más consumidos y mejor valorados, por sus propiedades.
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- Nueces :
Son los frutos secos que mayor cantidad de ácidos grasos Omega3 poseen y destacan por sus beneficios en la protección del corazón. Además, ayudan a bajar de peso, por sus propiedades antioxidantes y por la sensación de saciedad que generan. Su fibra las convierte en un alimento muy importante para combatir el estreñimiento. Ayudan a mejorar el sueño y los niveles de serotonina.
- Almendras
Uno de los más consumidos en España, destacan por su alto contenido en vitamina E, en calcio y en fósforo, colaborando en la protección de los huesos y dientes. También son una fuente de importante vitamina B2, que contribuye al mantenimiento de la piel y a la reducción del cansancio y la fatiga. Es muy común en su versión de leche vegetal, que mejora la digestión y sirve como alternativa para las personas intolerantes a la leche de vaca.
- Anacardos
El anacardo es un fruto seco originario de Venezuela y Brasil y uno de los más selectos (y caros, al menos en nuestro país). Destacan por su contenido en hierro y zinc, que lo hacen ideal para prevenir la anemia así como para la salud inmunológica y la visión. Asimismo, el magnesio ayuda a mejorar la memoria y protege contra su deterioro por la edad.
- Cacahuete
El cacahuete es en realidad una legumbre aunque comúnmente se le identifique como los fruto seco. Contienen mucho folato, que ayuda en el desarrollo del cerebro y protege del deterioro cognitivo. Se recomiendan especialmente a las mujeres embarazadas y a los vegetarianos, por contener ácido fólico, vitamina E y grasas saludables.
- Pistacho
El producto nacional de Irán es uno de los frutos secos más sabrosos y menos calóricos. Contiene importantes cantidades de cobre, que protege la pigmentación del pelo y defiende a las células de la oxidación; magnesio, contra el cansancio; y arginina, valiosa fuente de proteína.
- Avellana
Uno de los nutrientes más destacados de las avellanas es la vitamina E, antioxidante, que ayuda a prevenir las cataratas, mantener la piel saludable y reducir el riesgo de demencia, entre otros. Además, no poseen colesterol y su proteína es de excelente calidad. Al igual que las nueces poseen grandes cantidades de ácidos grasos omega-3 y omega-6.
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El listado continúa… ¿Qué más necesitas para convertirlos en incondicionales amigos?
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Amparo G-A
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